ORIGEN Y NECESIDADES
El médico español Blas de Villafranca, residente en Roma, inventó en 1550 un medio de conservar el hielo por más tiempo que lo normal, e incluso de aumentar su poder congelador.
El médico español Blas de Villafranca, residente en Roma, inventó en 1550 un medio de conservar el hielo por más tiempo que lo normal, e incluso de aumentar su poder congelador.
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Marco Polo: En China bebió "leche helada"
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El secreto era sencillo: añadir sal. Este pequeño e
ingenioso hallazgo permitió el uso de los pequeños “armarios de nieve”,
modelo más antiguo conocido de lo que hoy llamamos nevera.
Un siglo después, el filósofo inglés Francis Bacon moría víctima de su curiosidad, al tratar de congelar
un pollo rellenándolo de hielo; el buen sabio cogió una congestión a consecuencia de ello, y murió.
Según algunas fuentes, en 1805, el inventor
estadounidense Oliver Evans diseñó la
primera máquina refrigerante. Diez años después, su compatriota el
doctor John Goorie, un médico de
Florida, construyó un refrigerador basado en el diseño de Evans para
hacer hielo que enfriara el aire para sus pacientes de fiebre amarilla.
Pero todo esto no eran sino paliativos de escasa
eficacia. Hubo que esperar a 1834. Aquel año el norteamericano,
residente en Londres, Jacob Perkins, fabricó por primera vez en la
historia el hielo artificial. Cuando sus empleados le presentaron la
primera muestra, él se limitó a decir: 'Verdaderamente está muy frío’.
Era un paso importante para la fabricación de los primeros
refrigeradores.
El primer aparato moderno que utilizó el invento de
Perkins, apareció en 1850. Era un armatoste voluminoso, a modo de
armario en cuyo interior se introducía grandes bloques de hielo. Esas
cámaras se aislaban con forro de pizarra, y los alimentos se depositaban
en
compartimentos pequeños, ya que el hielo, junto con el material
aislante,
ocupaba casi todo el espacio útil. Más que frigoríficos o
refrigeradores eran simples
neveras que no diferían en mucho de los “armarios de nieve” del siglo
XVI.
Hacia 1879 salió al mercado el primer frigorífico
doméstico de naturaleza mecánica. Lo inventó y fabricó el alemán
Karl van Linde. Empleaba un circuito de amoníaco, y su sistema se
accionaba mediante bomba de vapor. De este artefacto se vendieron más de
doce mil unidades en 1891, un año después de que el ingeniero Seeger
diera al frigorífico su forma externa definitiva.
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Caja con hielo, aparato fabricado en 1834
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En 1923, Balzer von Platen y Karl Munters
inventaron el frigorífico eléctrico, el modelo Electrolux, cuya patente
compró la firma norteamericana Kelvinator, que lo fabricó en serie dos
años después.
Pero era un electrodoméstico peligroso debido uso
de gases tóxicos como el amoníaco y el ácido sulfúrico. Problema que se
superó con el invento del freón, en 1930. Con aquel último
toque, el refrigerador adquiría su forma definitiva.
En 1931, Thomas Midgley descubre el
clorofluorocarbono, (nombre comercial: Freon o R-12), que por sus
propiedades fue desde entonces muy empleado en máquinas de enfriamiento
como equipos de aire acondicionado y refrigeradores, tanto a escala
industrial como doméstica.
Sin embargo, estos compuestos también conocidos como CFC, se han demostrado
como los principales causantes de la destrucción en la capa de ozono, produciendo el agujero detectado en la Antártica, por lo que en 1987 se firma el Protocolo de Montreal para restringir el uso de estos compuestos y se prohibe su fabricación y uso.


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